Bueno anoche vino Mariano a casa y ya ya ya se vuelve a Madrid. Cenamos unos ravioles de cordero que fueron sublimes... y nos convertimos en los herederos de la tradición coctelera!
Ahora que lo pienso nunca pongo fotos de lo que hago en mi trabajo. Este es el espacio para leer que armamos en Salta. Y a veces, lo que hago cuando viajo es esto: acá estaba enseñando a hacer estrellitas (falsa maestra de origami reemplazando a mis compañeras)
Pero con pocas fotos, solo una sesión parece con el gordo fotogénico disfrutando el piso nuevo del patio :) un poco ofendida por las fotos de su hermano
Fui al super a comprar huevos. Y cuando pasé por la verdulería vi una peras hermosas y decidí llevarme una para probar. La puse en una bolsa y fui a pesarla y a que le peguen su etiqueta... y ahi me enteré que esa pera valía 27 pesos. ¿27 pesos una pera? dejá, no la llevo, dije yo. Y el señor pesador me dijo, no puede ser, te la marco como una común. Bueno, dije yo y me llevé la pera roja.
En berlin el mastertragos preparó White russian y moriiiiimos de felicidad!
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